Recientemente hemos leído opiniones de especialistas en Economía, relacionadas con la presunta aparición de algunos “Brotes verdes” en el árido desierto de la actual crisis económica, que nos hacen creer que ya lo peor ha pasado y que vamos hacia una pronta recuperación.
Este argumento impregnado del mas osado y sesgado optimismo, nos ha invitado a reflexionar sobre aspectos socio-políticos de esta crisis, a fin de tratar de encontrar el verdadero color de estos brotes.
A al fin, como siempre hemos hecho, utilizamos como referencia la experiencia venezolana, a fin de encontrar en ella algunas luces que nos permitan determinar si efectivamente estamos viendo la luz al final del tunel.
Y lo que encontramos en tal comparación es que en aquel país lo que está floreciendo es el Socialismo del Siglo XXI, ese que se caracteriza entre otras cosas por:
1.-La utilización de los poderes públicos, en particular el poder judicial, para en una estrategia de acoso y derribo someter al adversario político;
2.-La arremetida del gobierno contra los medios de comunicación para tratar de silenciar las voces disidentes, mediante la presentación de querellas infundadas por injurias, calumnias, etc;
3.-Donde se ha logrado someter a una parte importante de la población al reparto de dádivas a través de las llamadas “misiones”, que es como estar en el “paro”, subvencionado por el gobierno a cambio de votar por este en las elecciones y referéndum.
Por esto cuando aquí vemos que se ponen en marcha de manera mas que sospechosa procedimientos judiciales para acusar a líderes políticos, o cuando un alto cargo se querella contra el director y la jefe de información de una revista como Época, o cuando el número de personas lanzadas al “paro” en situación de total y absoluta dependencia del ejecutivo asciende a los cuatro millones ante la mas absoluta genuflexión de los sindicatos, la pregunta que nos hacemos es si en España no estaremos en presencia de los “brotes rojos” del socialismo del Siglo XXI pregonado por Hugo Chávez, que a través de su amistad con el presidente del gobierno haya logrado que estos prendan exitosamente en el seno de la sociedad española.
Hay que estar muy atentos, en estado de alerta máxima diría yo, porque estos “brotes rojos” podrían venir acompañados de nacionalizaciones de bancos y cajas, algo que está de moda y podría ocurrir en cualquier momento. Chávez nacionaliza todo lo encuentra a su paso, ya controla la mayor parte del sistema bancario, así todo el que necesita dinero tiene que arrodillarse ante él.
También ha logrado controlar la mayor parte de los medios de comunicación, de manera que los ha silenciado casi absolutamente, sólo queda Globovisión como emblema de la disidencia. Aquí se está hablando de fusiones entre grupos de comunicación y estaciones de TV, habrá que ver quienes se quedan con la posición dominante para saber si estamos ante otro “brote rojo”.
Finalmente, hay otra fase una vez igualados todos por abajo; es la de considerar a los que disienten y no se acomodan a la nueva realidad, auténticos disociados sociales, inadaptados y objeto de persecuciones y violaciones a sus derechos.
Las grande perdedoras de un “proceso de estas características siempre serán las clases medias trabajadoras y emprendedoras, que para no cerrar como está ocurriendo con muchas, solo tendrán la opción de solicitar los créditos del ICO, y plegarse a los caprichos del Socialismo del Siglo XXI.
Hasta ahora solo son pequeños “brotes rojos” veremos si cuajan y nos dan sombra. Pero como conocemos la experiencia de lo ocurrido en Venezuela, su florecimiento solo traerá pobreza, miseria, crimen y corrupción.
Williams Cárdenas Rubio
miércoles, 10 de junio de 2009
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