martes, 4 de agosto de 2009

MAS CLARO NO CANTA UN GALLO


Maradiaga: "No soy un cardenal golpista"

13.07.09 08:13. Archivado en Latinoamérica


"Cardenal golpista", se lee en muchas paredes de la capital hondureña. Monseñor Óscar Rodriguez Maradiaga está en el ojo del huracán desde que pidió al derrocado Manuel Zelaya que no regresara a Honduras "para evitar un baño de sangre".

Arzobispo de Tegucigalpa, salesiano, referente moral de Honduras y figura destacada de la Iglesia hispanoamericana, el cardenal es objeto de críticas y elogios en una Honduras muy polarizada.

Lo entrevista Joaquín Ibarz en La Vanguardia.

El cardenal Rodriguez Madariaga, perteneciente recibe a "La Vanguardia" en un modesto cuarto de la parroquia Medalla Milagrosa, de apenas cinco metros cuadrados.

No utiliza su despacho oficial por seguridad; le pusieron un petardo tras pedir a Zelaya que no volviera al país.

No lleva teléfono móvil "para tener tiempo para pensar y rezar".-¿Le duele que le llamen golpista? -Es natural, soy humano de carne y hueso. Yo entiendo que los que han pintado eso no son hondureños. Está clarísimo. No soy golpista. Yo soy el primero en rechazar el golpe de Estado.

Por internet dicen que ando comiendo con los ricos. Otra mentira. Ningún fotógrafo va a las aldeas pobres que visito con frecuencia porque no es noticia, no necesito hacer relaciones públicas. -En el último cónclave fue uno de los más firmes aspirantes al papado como sucesor de Juan Pablo II.¿Se ha jugado su carrera eclesiástica con su pronunciamiento crítico con Zelaya? -Uno no debe pensar en su carrera eclesiástica, nunca lo he hecho.

Uno debe pensar en la verdad, en el bien. -¿El Vaticano aprobó con anticipación el documento de la Conferencia Episcopal en el que legitimaban al gobierno de facto de Micheletti? -Hemos explicado lo sucedido, no legitimamos a nadie. Recibimos ataques por no pronunciarnos sobre la situación en Honduras. José Bono me cuestionó por guardar silencio.

Uno no puede actuar con el hígado, sino con la cabeza. Antes de pronunciamos buscamos la información adecuada.

Después convocamos a la Conferencia Episcopal. De ahí salió el comunicado que suscribieron todos los obispos y que contó con la aprobación previa del Vaticano.

El nuncio nos acompañó hasta el final de la reunión. -¿Los obispos tomaron partido contra Zelaya, cuando todo el mundo condenaba a los golpistas? -Balanceamos cada palabra del comunicado.

Fuimos prudentes. Aún así se nos ha malinterpretado en algunos sectores. Para entender lo sucedido en Honduras hay que seguir todo el proceso, analizar lo acontecido desde el 23 de marzo.

Ha sido todo un camino de violación sistemática de la Constitución por el presidente Zelaya. El episcopado estuvo tres horas reunido con él. Le dijimos que no convocara un referéndum que daba vía libre a su reelección porque no era legal, dividía al país y violaba la Carta Magna. Era como ponerse una soga al cuello. La Constitución dice que quien proponga ese cambio cesa de inmediato en su cargo.

Eso quiere decir que cuando Zelaya fue capturado por el Ejército ya no era presidente de la República. -¿Le ha dolido que España retirara a su embajador en Honduras?- Quizá debería haberse informado mejor antes de pronunciarse.

No tenía información adecuada. No me duele la posición española porque ya he hablado con Bono y Moratinos. Soy amigo de Bono, me ha llamado varias veces. Bono y Moratinos me han dicho que comprenden la situación. -¿Hasta qué punto golpeará a Honduras el bloqueo político y económico?-El bloqueo a Honduras va a causar mucho daño a los ricos, pero también a los pobres.

El bloqueo ya empezó el año pasado. Los fondos de ayuda del FMI no llegaron el año pasado porque el presidente Zelaya ni presentó el presupuesto. Por ello, en este año no íbamos a tener fondos del Banco Mundial y del Banco Interamericano de Desarrollo.

El gobierno de Zelaya se ha sostenido con el dinero de Hugo Chávez. Y ahí está. -¿Ve factible el regreso de Zelaya al poder?-En este momento no.

Para pacificar al país sería más prudente y más patriótico que renunciara a regresar de inmediato. La polarización es muy grande, hay armas en manos civiles.

Chávez dijo que si hay que hacer un Vietnam lo hacemos; si hay que hacer dos, lo hacemos; si hay que hacer tres lo hacemos. -Chávez le insulta con frecuencia.-Me llama loro del imperio y payaso vestido de cardenal. Los insultos contra mí son lo de menos.

Lo peor fue que le dijo al pueblo hondureño que quien no estaba con la alianza bolivariana (Alba) era un vendepatrias o un idiota.

Al presidente Zelaya le hablamos del peligro que suponía la intromisión de Chávez. Respondió: "Yo no soy chavista, pero me sirve el dinero de Chávez".

Lo que buscaba el presidente de Venezuela era controlar Honduras a través del continuismo del mandato de Zelaya. -Chávez dirigió desde Caracas el frustrado retorno a Honduras de Zelaya, que produjo un muerto ¿Cree que Chávez buscaba provocar una masacre?-Sí, sí, sí.

En una manifestación ordenada y dirigida desde Honduras no hubieran ido a derrumbar las cercas del aeropuerto.

Ese aeropuerto ya es de los más peligrosos en un aterrizaje normal. -¿Qué salida ve a la crisis? Todo el mundo presiona para el regreso de Zelaya. -En este momento no sabría decirle. Se habla de adelantar las elecciones. -¿Podría ser una solución que Zelaya regresara a la presidencia pero no al poder? -¿Cómo haríamos para que surja ese personaje químicamente puro? Es imposible. ¿Y si renuncian Zelaya y Micheletti?-¿Y entonces quién asume? -Usted.-Ni como hipótesis se puede plantear. -¿Acabará como mediador?-Como me tienen fichado como golpista no me van a invitar.
Joselina.

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