En la anterior entrega nos referíamos a la difícil situación en la que se encuentran los países Hispanoamericanos, a las puertas de celebrar el segundo centenario de su independencia.
También afirmábamos que será necesaria una nueva gesta libertadora, para sacar del poder a los neo tiranos que hoy someten a los pueblos latinoamericanos a las peores condiciones de pobreza y miseria de toda su historia.
Y decíamos que esto está ocurriendo a través de la implantación en el Continente de dictaduras totalitarias de signo social-comunista, cuando ya el mundo civilizado ha desterrado el marxismo por ineficaz y absurdo.
Pues bien, ahora tenemos que analizar cuales serán los esenarios tanto internos como externos, que permitirán que la América toda se sacuda a estos corruptos y perversos gobernantes, que la gobiernan casi en su totalidad, salvo contadas y honrosas excepciones.
Desde el punto de vista interno, en cada uno de esos pueblos, empezando por Cuba, se ha ido gestando una oposición combativa al régimen, que en la isla ha tardado casi 5 décadas en consolidarse, pero que ya está madura y formada para asumir el desplazamiento del Castrismo.
En otros países como Venezuela, el fracaso del chavismo en tan solo 10 años es tan rotundo, que ya todo el mudo sabe que pronto llegará la debacle.
La salida de Hugo Chávez y Fidel (Raúl) Castro del poder será capital para el derrumbe sucesivo de otros regímenes que actúan como satélites del proceso de socialización de la América Hispana.
Así, Evo Morales, Rafael Correa y Daniel Ortega, sin la ayuda de Chávez caerán por su propio peso y Bolivia, Nicaragua y Ecuador, recuperarán su libertad, volviendo a la senda de la democracia.
Otro tanto ocurrirá en Brasil, pues Lula, el más ambiguo de todos estos esperpentos, dará inmediatamente un giro para desvincularse del Socialismo del Siglo XXI y alinearse en la vocación pacifista que siempre ha mantenido el Brasil. Sólo su intervención en la crisis de Honduras lo ha dejado en evidencia, pero ha sabido nadar y guardar la ropa.
En Argentina los Kirchner quedarán desprovistos de apoyos y no se salvarán de la cárcel por el grosero enriquecimiento que han experimentado en su paso por el gobierno.
Carlos Mauricio Funes en El Salvador, Fernando Lugo en Paraguay y José Mujica en Uruguay solo tendrán fuerza para sostenerse precariamente en cada uno de sus países, hasta que llegue el momento en que serán desplazados. No habrá discurso que aplaudir a cambio de un puñado de dólares.
Finalmente, los movimientos irregulares que hoy vemos renacer, como Sendero Luminoso, el FLFM, Tupamaros y Etnocaceristas o las mismas FARC, perderán una fuente de recursos importantísima, pero más que eso, las facilidades que desde Venezuela se les han venido brindando en su estrategia política.
Sólo la droga continuará siendo su sustento y avanzarán precipitadamente hasta convertirse en organizaciones de delincuentes comunes que secuestran, asesinan y viven del narcotráfico.
La lucha que les espera será más parecida a la que libra hoy México con los carteles de la droga.
Se agota un discurso que respondía sólo a uno de los últimos coletazos finales del comunismo, una vez demostrada su absoluta inconsistencia como instrumento ideológico que sustente sistemas políticos con pretensión de éxito y progreso.
El histriónico Chávez ve como se desvanece su comedia en medio de protestas populares que desde adentro, de lo más profundo de su propio pueblo, le reclamarán por el incumplimiento de las reivindicaciones sociales y exigirán su salida del poder, esperemos que no sea de una manera sangrienta.
Ante ese escenario inevitable, encontramos hoy a la comunidad internacional muy atareada en otros menesteres. De allí que muchos ni siquiera se enterarán de este proceso de deslave político, y otros, evidenciándolo, preferirán mirar hacia otro lado.
En Asia y África, hay otros conflictos, pero el fundamento de la confrontación es religioso, no ideológico. Por tal razón no tendrán más ojos y oídos que para resolver sus problemas.
En Europa las preocupaciones son de otra índole. Las crisis financieras y el grave riesgo de la pérdida del estado del bienestar alcanzado por esas sociedades no les permitirá ocuparse de otra cosa que no sean sus problemas internos, o colectivos pero siempre dentro de la UE.
La avanzada musulmana en muchos de estos países creará conflictos cada vez mayores y la presencia del Islam en este continente pasará a ser su principal dolor de cabeza.
Como actores de peso en la comunidad internacional, China y la India, mantendrán la conducta neutral que hasta ahora han desplegado ante este tipo de conflictos regionales, en las que sus inversiones no llegan a ser tan importantes como para aventurarse a defender a este o aquel.
Quedan sólo los EE.UU, encasillados en su lucha contra el terrorismo, que no terminan de resolver su guerra con Afganistán y ya se preparan para un posible enfrentamiento con Irán, en el que si está en juego la supervivencia de su gran aliado: Israel.
Con Obama al frente, enviando mensajes ambiguos en su relación con Iberoamérica, poco o nada puede esperarse, pues lo mas lejos que ha llegado es a establecer una colaboración con Colombia que tiene dos objetivos claros, la lucha contra el narcotráfico, y el control del conflicto interno colombiano, pero que no está dispuesto a jugarse una carta bélica dentro del continente que implique mas gastos a su ya menguado presupuesto.
De tal manera, que este coctel de posibles alianzas externas para los sectores que buscarán la derrota de los tiranos se licua notablemente, lo que obliga a pensar en que la primera fase decisiva y clave para la resolución del conflicto regional, es decir la salida de Chávez y Fidel, tendrá que ser impulsada y desarrollada desde adentro de cada uno de los dos países, Venezuela y Cuba.
Sólo entonces aparecerá más de un aliado externo a tratar de tender puentes que en el futuro le garanticen beneficios. Es asi de simple, la "Realpolitik".
Del otro lado, es decir del posible apoyo que puedan tener los tiranos, solo Rusia estaría en capacidad de suministrarlo. Pero se circunscribe única y exclusivamente al rentable negocio de la venta de armas, pues los 70 largos años vividos por la URSS bajo el manto del comunismo, ha sido una lección tan dura y suficiente, que las actuales generaciones difícilmente olvidarán. La Rusia de hoy corre afanosamente en sentido contrario, procurando hacerse un hueco en el mundo capitalista.
Irán, con su reciente incursión e influencia en algunos pueblos y países latinoamericanos, lejos de poder prestar apoyos de alguna especie, los va a necesitar y requerir, cuando la comunidad internacional, ya harta de sus juegos malabares nucleares, decida intervenir en su territorio.
El gobierno socialista de España, cada vez más cerca de los tiranos y más lejos de los pueblos iberoamericanos, no tendrá ninguna opción en la América que despierte después de esta pesadilla. También dentro de España se está dando una feroz batalla por el desplazamiento de esta corriente del pensamiento cada vez mas ayuna de argumentos y con demostraciones fehacientes de que no tiene operatividad y vigencia en el mundo de la globalización.
La crisis económica dejará a España en una dificil situación, y le llevará unos cuántos años recuperarse. Eso si, tendrá claro que la aventura socialista ha llegado a su fin.
Por todo lo apuntado, es lógico pensar que, 200 años más tarde, la lucha por la nueva Independencia de los pueblos de América debe iniciar y centrarse en Cuba y Venezuela. Cuánto antes, mejor.
Williams Cárdenas Rubio Vargas
05.12.09
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