viernes, 25 de diciembre de 2009

FELIZ NAVIDAD ESPAÑA!



La Transición española dejó para esta sociedad muchas cosas buenas como la democracia y la libertad, y otras que no lo son tanto. Resulta que la derecha corrió con la carga de haber acompañado a Francisco Franco en sus casi 40 años de gobierno y claro, en la España democrática y “progresista” que asomó con la transición, a alguien había que echar las culpas de aquellos pecados.

Nadie mejor que a los que, en muchos casos sin comerlo ni beberlo, mostraban tendencias próximas o cercanas a la derecha española, que dicho sea de paso, era la que de manera especial cobijaba las virtudes de los valores fijados en las creencias religiosas, en las tradiciones y en la identidad de una nación simbolizada por su bandera y por su lengua.

Entonces estaba claro, había que ir a por ellos. Y así, poco a poco se fueron licuando valores y principios de la españolidad, por el mero hecho o circunstancia de haber coexistido durante la dictadura franquista.

Uno de los primeros objetivos de los ”progres” fue identificar la bandera española como símbolo del franquismo, y a partir de allí, todo lo que huela o pinte rojo y gualda, está encuadrado dentro de la conducta y la simbología “facha”.

Pero otro tanto ha ocurrido con la España católica, a la que se acusa de haber sido cómplice del Caudillo. Ahora, es normal, se nos anuncia que van a quitar los crucifijos de las escuelas y nadie dice ni pío por temor a ser identificado con la derecha. También se amenaza con hacer desaparecer los rasgos identitarios de la Navidad, y no pasa nada.

Y que decir del castellano, como lengua vernácula y autóctona. Ahora hay unos cuantos dialectos que le disputan la primacía. Incluso se prohíbe y condiciona el uso del español en algunas comunidades y se amenaza con la secesión de vascos, catalanes y hasta gallegos.

Y si hablamos de los toros, la copla y el flamenco, mas de lo mismo. A los primeros ya los quieren arrancar de cuajo de Cataluña, como si Barcelona no hubiera sido una de las plazas de temporada más importantes del mundo taurino.

Esto, a muchos españoles les trae al fresco, a los jóvenes ni les va ni les viene, y otros tragan sin poder impedir tantos atropellos contra su cultura.

Pero a los que nos revienta los esquemas por todos lados es a los que hemos inmigrado de Iberoamérica y ahora nos encontramos con que este es un estado, que de acuerdo a quienes gobiernan actualmente, es absolutamente laico.

Pero y entonces? A cuento de qué los españoles nos evangelizaron y nos enseñaron a creer en Dios y a profesar la religión católica? Es que esto era un cuento chino y ahora con la Transición la sociedad española se ha declarado “aconfesional”, cuando todos sabemos que es en su gran mayoría católica. Qué pasa entonces con esos 400 millones de personas cristianizadas durante los Siglos XV al XVIII?

Y el idioma que aprendimos de los españoles, ahora resulta que no se puede hablar en buena parte de la península, o que quien lo hable en algunas regiones se expone a ser discriminado, a no poder relacionarse, a no conseguir trabajo y a ni siquiera poder tener novia ?

Y a los que nos gustan los toros y el flamenco? Quién nos explica y nos hace entender que esas son cosas no nos deben gustar, porque a muchos “españoles” les resultan horrorosas y debemos denostar de ellas?

Así como éstas van surgiendo miles de preguntas sin respuesta. Lo cierto es que la única respuesta está en manos de la sociedad española, a la que corresponderá corregir el rumbo equivocado.

Por lo pronto, los Iberoamericanos que estamos en España, les deseamos a todos los españoles una Feliz Navidad, fundada en la fe cristiana, que seguiremos profesando, asistiendo esta Noche Buena a la Misa de Gallo, como marca la tradición, así como seguiremos hablando en español, “nuestra lengua”, y manteniendo las costumbres y tradiciones de la cultura hispánica, sencillamente porque es “nuestra cultura”.


Williams Cárdenas Rubio-Vargas
Madrid, 24.12.09

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