jueves, 14 de enero de 2010

VENEZUELA FRENTE AL ABISMO


Las dudas acerca de lo que estaba ocurriendo económicamente en Venezuela se han despejado. Ha quedado claro que el llamado “Socialismo del Siglo XXI” no era más que una truculenta farsa que se había inventado Hugo Chávez para enmascarar la más ineficaz, corrupta y absurda gestión pública de un estado petrolero.

El gasto desproporcionado e irracional tanto en su política exterior, exportando su “revolución” al resto de la región latinoamericana, como en la política doméstica, repartiendo migajas para comprar conciencias con las llamadas “misiones”, ha quebrado a la mismísima PDVSA, la petrolera estatal.

Chávez no ha tenido el más mínimo rubor al ordenar una devaluación del 100% de la moneda venezolana, que empobrece aún más, si cabe, la ya precaria situación de una población, que además está sometida a racionamientos insólitos de electricidad y agua, a la carestía de rubros alimenticios de primera necesidad, y a una inseguridad ciudadana que nos arroja cifras de mas de 15.000 homicidios durante el año 2009.

Los venezolanos, en su desesperación, se echaron a las calles el pasado sábado a tratar de adquirir algunos productos antes de la inevitable subida de los precios al doble de su actual valor, en un país donde prácticamente todo se importa. Las imágenes nos permitían ver a personas comprar televisores, neveras, lavadoras y equipos electrónicos, que además no van a poder usar, porque sencillamente no hay fluido eléctrico.

En tanto, el cínico gobernante, para aparentar estar a lado del pueblo, sacó el ejército a las calles con el pretexto de controlar a los especuladores. Lo cierto es que con ello estaba disuadiendo a la desesperada población venezolana para que no optara por el camino de la explosión social.

No obstante, el escenario es tan dramático, que nada está descartado en el país donde Chávez y un grupo de militares mantienen secuestrada a su población.

Se quebró el espejo de la revolución que había ofrecido villas y castillos a los más pobres, que hoy tras 11 años de gobierno de Chávez, se encuentran en situaciones de miseria, próximas a la inanición.

Otro tanto ha ocurrido con la clase media, cada vez más atacada y amenazada por las políticas comunistas del chavismo. A las ya conocidas invasiones y expropiaciones, que vulneran el derecho de propiedad, se suma esta decisión que elevará los precios de los bienes de consumo a niveles inalcanzables.

Finalmente, por si las empresas extranjeras que operan en Venezuela dudaban acerca de la inseguridad jurídica reinante en el país, hoy muchas de ellas se enfrentan a la triste realidad de ver mermados sus beneficios, pues el nuevo valor del dólar los reducirá en un 50%.

Hoy Venezuela, sin luz, sin agua, sin alimentos, sin seguridad, y con salarios reducidos a su mínima expresión, se encuentra al borde del abismo como sociedad y como estado. Sus habitantes, cada vez más pobres, han probado los sinsabores de haber creído en un falso mesías.

Williams Cárdenas Rubio
13.01.10

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