viernes, 16 de octubre de 2009

11 y 12

El 11 de Septiembre pasado Hugo Chávez, para entonces de visita oficial por España, después de haberse reunido con el Rey Juan Carlos y José Luis Rodríguez Zapatero, pretendió darse un baño de multitudes en la Gran Vía. Para tal propósito escogió la Casa del Libro, en donde aparentaría demostrar su vena “intelectual” a la par que daba junto al presidente de Repsol, Antonio Brufau, una exclusiva a los diarios Público y El País, sobre el “milagroso hallazgo en las costas venezolanas de un yacimiento de gas, que producía cinco veces la cantidad requerida por España en un año.

Lo que nunca imaginó el dictador venezolano fue que a las puertas de la Casa del Libro se fueron congregando cientos de venezolanos y españoles, como personas de otros orígenes, que a su salida le propinaron la mas estruendosa rechifla, en la que los calificativos mas suaves fueron “dictador”, “gorila”, “golpista”, “asesino”, “corrupto” y muchos más que todavía deben estar resonando en los oídos del “líder” bolivariano, porque entre otras cosas le enviaban “recuerdos” a sus familiares mas cercanos.

Chávez, nervioso y sorprendido, se montó al volante del coche y junto con Brufau emprendió veloz huida hacia el Paseo de la Castellana. Al llegar a Venezuela ordenó organizar “brigadas internacionales”, que impidan que un hecho de tal naturaleza, que arrastró por los suelos de las calles de Madrid su inflado ego, pueda volver a ocurrir.

El 12 de Octubre se celebraba en el Paseo de la Castellana, a la altura del estadio Santiago Bernabeu, la conmemoración del Día de la Hispanidad con la presencia de los Reyes de España, los Príncipes de Asturias, la plana mayor del gobierno, desfile militar incluido.

Al momento de la llegada de D. José Luis Rodríguez Zapatero se repitió la escena de la casa del Libro. Cientos de personas que se encontraban allí, entonaron la más sonora silbatina que haya recibido presidente de gobierno desde la transición democrática española. Lo mismo ocurrió a su despedida del solemne acto. Los gritos de “Zapatero dimisión” y “Zapatero embustero” todavía retumban en las gradas del cercano estadio.

Esta coincidencia de 11 y 12, nos invita a reflexionar sobre las pocas simpatías que se están granjeando estos buenos aliados y amigos de la social democracia española y del tardo comunismo latinoamericano. No creo que todo haya acontecido por mera casualidad. Por el contrario, parece que nuestros líderes se han hecho acreedores de este “afecto” tan sonoramente manifestado y probablemente no sean precisamente sus “aciertos” los que provoquen este tipo de conductas, que por otra parte reflejan que ya las masas se están cansando de tanta torpeza.

No queremos hacer pronósticos aventurados, pero ya se están formando movimientos turbulentos a ambos lados del Atlántico, parece que hay cosas que ya le están molestando demasiado a la gente, algunas tienen que ver con la crisis económica, otras con las alianzas con lo peor de los neo tiranos latinoamericanos. Hugo y Evo juntos en menos de una semana es algo difícil de digerir, así sea para una sociedad paciente y tolerante.


Williams Cárdenas Rubio

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