El presidente venezolano Hugo Chávez acaba de asistir a un acto político en la cumbre de la Altenativa Bolivariana para las Américas (ALBA), en Cochabamba, Bolivia, vistiendo uniforme militar de campaña.
Este pequeño detalle no tendría mayor importancia si no supiéramos que lo que pretende con ello es enviar un mensaje a los demás jefes de estado del resto de pueblos de Latinoamérica y el Caribe que se han ido incorporando al ALBA, acerca de quien es el que manda en este adefesio político que se ha organizado con dinero el pueblo venezolano.
Chávez ya lo ha hecho en Venezuela y ahora pretende exportar su imagen de militar y jefe a los países que se han apuntado al sueño megalómano de crear su propio imperio. Esta idea no es suya, ya la ha puesto en práctica Fidel Castro, quien tuvo la desfachatez de presentarse uniformado y armado al Congreso de Venezuela allá por el año 1959.
Pero la sombra que realmente está detrás de toda esta parafernalia es su gran fracaso. En efecto Chávez ha hecho naufragar a Venezuela como estado. Cualquier persona medianamente informada sabe que en ese país del norte de sudamérica no se puede vivir sin estar arriesgando la vida a cada segundo, dada la inseguridad que reina en sus calles, barrios, pueblos y ciudades.
La delincuencia común, la guerrilla colombiana y el narcotráfico, protegidos por el régimen chavista, han aumentado los niveles de violencia a unas cifras que hacen inviable esa sociedad. Ya en Venezuela no se garantiza el derecho a la vida. Más por contrario, el estado es uno de los factores que más contribuyen a que así sea.
Pero además se han incrementado la miseria, el desabastecimiento de productos de primera necesidad y por supuesto, la salud es una utopía, generando la desesperación de sus ciudadanos. La inflación del país es la mas alta del planeta y los niveles de pobreza nos sitúan al borde del precipicio de la peor de las muertes, la muerte por hambre.
En donde Chávez si ha obtenido éxito ha sido en el aumento de la corrupción, pues él y sus secuaces se han enriquecido groseramente. Cada compra de armas o cualquier negocio con el gobierno, tiene la correspondiente contrapartida de las comisiones o “mordidas” como dirían los mexicanos. Maneja a la petrolera estatal como si fuera su caja chica. La ostentación de que hace gala, con avión costosísimo, trajes, relojes, corbatas y demás prendas son sólo un reflejo del divorcio entre la realidad del país y sus arcas personales.
Pero para ir a la reunión con sus pares del ALBA se pone un uniforme militar, con el que ofende soberanías y engaña a pueblos hermanos, que han caído en su trampa. Dicta, ordena y manda, al más claro estilo del tirano que además comete el error de creerse su papel.
Que dura será la caída de este personaje. Pero en ese momento, los responsables de haber hecho fracasar a Venezuela como nación en la época de mayor bonanza de su historia republicana, pretenderán que se les dé un trato justo. No sé hasta donde el pueblo podrá controlar su ira y atender a la clemencia.
Williams Cárdenas Rubio
Los que hemos estado en Venezuela (hace muchos años) y otros por experiencias propias sabemos que con los gobiernos, en general, solo hay dos alternativas: DEMOCRACIA O DICTADURA. Tanto monta, monta tanto, por que al final quienes mandan y destruyen SON SIEMPRE LOS MISMOS E IGUALES.
ResponderEliminarDEMOCRACIA: DON DINERO, ENGAÑO Y CORRUPCIÓN.
DICTADURAS: DON DINERO, ARMAS Y CORRUPCIÓN.- El pueblo, simple y llano, nunca tendrá otra alternativa y esto lo sabemos todos. Culpables: ¡¡¡TODOS!!! Si, todos y una vez que llegan al poder, a la podredumbre y corrupción; pues a la gente seria y honrrada nunca le darán la oportunidad de cambiar estos sistemas corruptos y miserables.
¡¡¡DON DINERO PUEDE CON TODO Y CON TODOS!!!
...EL GRAN PROBLEMA DE LA HUMANIDAD.
Y... AQUI NO SE SALVA NI EL GATO.