El ex presidente Zelaya, con su regreso a Honduras, cometió la última de sus torpezas a las que ya nos tiene acostumbrados. No tiene posibilidades, pero debe de tener un plan y habrá que deducir cual es, no se vino así nomás.
Considero que los miembros del Foro de Sao Pablo, quienes apoyan a Zelaya, desistieron de las presiones que EEUU estuvo ejerciendo, por considerarlas de “escasos resultados”. La cercanía de las elecciones generales en Honduras, los obligó a actuar sin meditar ni pensar en las consecuencias de un regreso inesperado. A pesar del consenso que lograron obtener de la Santa Inquisición (entiéndase comunidad internacional), en cuanto a no reconocer el resultado de las elecciones generales, sabían que la solución al conflicto residía en las elecciones mismas. El pueblo al expresar su voluntad, será cuestión de tiempo en que sea reconocida por la Santa Inquisición, después de todo, el pueblo es soberano y expresa su voluntad en las urnas, nadie puede negar sus resultados.
Por otro lado, con la venida de Zelaya, le dieron la espalda a la negociación de San José la cual consideraron fracasada y dejaron a la Clinton, Obama y Arias en ridículo. Claro está, que con Zelaya en Honduras no les queda más remedio que pedir que continúen las pláticas, pero eso ya es imposible. El Embajador de Nicaragua en la OEA, Denis Ronaldo Moncada, al referirse a una plática que desde Tegucigalpa mantuvieron Zelaya y Daniel Ortega, dijo: “Zelaya por su parte, no acepta el Acuerdo de San José para desbloquear la crisis” y seguidamente enfatizó, “El presidente Zelaya le ha expresado a Daniel Ortega que él no está de acuerdo con la propuesta de San José”.
Con Zelaya dentro de Honduras, el problema se vuelve exclusivamente de hondureños y nosotros tendremos que resolverlo, después de todo, la excusa ofrecida por la Santa Inquisición para llamar a la sucesión presidencial como golpe de estado, fue que había sido un error la expulsión de Zelaya del país y que debimos juzgarlo en territorio nacional, por lo que la torpeza del ex presidente, nos está dando la posibilidad de enmendar el error.
Por otro lado, Insulza ha dado declaraciones desde Washington, en el sentido que vendrá a Tegucigalpa a dialogar con las autoridades interinas y abogar por la firma de la mediación de San José, lo cual esclarece parte del plan. En manos de nuestro gobierno estará el permitirle o no, el ingreso a nuestro territorio. Si ellos provocaron que se les retirara el visado a los miembros de nuestro gobierno, perfectamente nuestro gobierno se puede reservar el "derecho de admisión" y no permitir su entrada, nuevamente este es un problema de los hondureños y nosotros tendremos que resolverlo. Por otro lado, a velocidad del relámpago, la OEA procedió a expulsarnos del seno de la organización, por lo que no tiene más jurisdicción sobre Honduras, no tiene nada que venir a hacer a nuestro país puesto que el problema es puramente hondureño.
Lula y su canciller Amorín, han dado sendas declaraciones, en las que aseguran que no tienen nada que ver con el regreso de Zelaya, que para ellos fue sorpresa, lo cual es un insulto a la inteligencia de cualquier persona medianamente inteligente. Si así fuera, Zelaya no actuaría con la soltura con que llama a la insurrección desde la embajada. Eso era de compadre hablado y parte del plan. Es contra el derecho internacional, que Zelaya utilice la embajada de Brasil, para llamar a la insurrección al pueblo. Además, la embajada de Brasil debió notificar la presencia de Zelaya, pero no lo harán. Se escudaran en la misma historia, que no reconocen al gobierno interino y por esa razón no le notificaron, por otro lado, si lo hicieran, también tendrían que dar explicaciones de su anuencia para que Zelaya utilice la legación para subvertir el orden.
El plan era sencillo, tener a Zelaya dentro de Honduras. Luego la llamada a insurrección y las turbas nuevamente a Tegucigalpa, amenazando y propiciando un baño de sangre. Llegada de Insulza a "salvar" la situación y evitar el fratricidio, ante la mirada de la comunidad internacional desde la reunión de la ONU en New York, que de alguna manera ejerce presión. Micheletti firma el acuerdo y Zelaya ya está en la ciudad y se restituye inmediatamente. Fácil.
Por otro lado, además de que Chávez lograría un triunfo con la restitución de Zelaya en el poder, forzosamente necesitaba desviar la atención internacional de la reunión de la ONU en New York, luego del informe de Robert Morgenthau, fiscal del distrito de Manhattan, referente a las acusaciones por las alianzas de Caracas con Teherán, para burlar el cerco impuesto por las Naciones Unidas y los Estados Unidos contra Irán, tanto en lo financiero como en el tráfico de armas. Estas acusaciones, bien fundamentadas por Morgenthau, revelan el desvío de fondos Iraníes por medio de las corresponsalías de los bancos de Venezuela a cuentas en el principado de Andorra, a nombre de Chávez, su familia y miembros de su gabinete, quienes posteriormente desviaron esos fondos para Hezbolá, Hammas y las FARC. Ahora la atención está puesta sobre Honduras y dada su peligrosa situación, el tema de Morgenthau tendrá poca relevancia, sobre todo porque un comunista es quien dirige la asamblea y hará lo que esté a su alcance para que así sea. En otras palabras, porqué hoy 21 de Septiembre el regreso de Zelaya? Porque mañana martes 22, inician las reuniones de la Asamblea de la ONU. Es imperativo a sus propósitos, tener la atención de la Santa Inquisición sobre Honduras.
El gobierno del Presidente Micheletti ha solicitado al gobierno de Brasil, que entregue al prófugo Zelaya para que sea juzgado por sus delitos, veremos que responden Lula y su canciller. Allí es donde radica la última torpeza de Zelaya, porque si Brasil no lo entrega como el prófugo de la justicia que verdaderamente es, va a tener que darle asilo político y si Honduras no le otorga el salvoconducto para su salida del país, la embajada de Brasil se va a convertir en su cárcel obligatoria.
Zelaya no está más cerca del poder con su regreso, está más cerca de la Justicia.
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