La vicecanciller del nuevo Gobierno hondureño, Marta Alvarado, aseguró hoy que la crisis política que vive Honduras tras el derrocamiento del presidente Manuel Zelaya es un reflejo de la lucha contra la “avalancha” de la Alianza Bolivariana para los Américas (ALBA) en la región.“En Honduras se está jugando un papel muy importante en el sentido de que de Honduras depende si continúa la avalancha de los países del ALBA, y también de Honduras depende que los pueblos que están sometidos por estas presiones de los países del ALBA se despierten“, declaró Alvarado a la prensa.
Zelaya adhirió en 2008 a Honduras a la ALBA, una iniciativa de integración impulsada por el presidente venezolano, Hugo Chávez, a la que también pertenecen Cuba, Nicaragua, Bolivia, Ecuador y varios países caribeños.
Alvarado reiteró que el Gobierno que preside Roberto Micheletti “está estudiando” desde hace varias semanas la retirada de Honduras de ese mecanismo, porque no pueden “ser parte de un tratado que está afectando y violó el tema de la no injerencia” en el país.
El Gobierno de Micheletti ha denunciado las “amenazas” de Chávez y ha hecho de ellas uno de sus argumentos más reiterados ante la población hondureña para justificar el golpe del pasado 28 de diciembre.
Ante los anuncios de retiro de ayuda internacional a Honduras por no restituir a Zelaya, la vicecanciller sostuvo que “éstas son medidas que siempre se usan para cambiar las decisiones de un lugar tan estratégico geopolíticamente como es Honduras”.
En particular, dijo confiar en que “la Comunidad Económica Europea mantenga su decisión” de ayudar al país “para que haya elecciones libres (el 29 de noviembre próximo) con financiamiento y observadores internacionales”.“Estamos haciendo todo por no desfallecer, por hacerle frente a una situación de aislamiento de todo tipo por cinco meses, con vistas a unas elecciones generales”, afirmó Alvarado.
“No obstante”, agregó, “la comunidad internacional de alguna manera, entiendo yo, por los informes y acercamientos informales que vamos teniendo, empieza paulatinamente, poco a poco, a entender” la posición del Gobierno de Micheletti, que sostiene que no hubo golpe de Estado contra Zelaya sino una “sustitución constitucional“.
La comisaria de Relaciones Exteriores de la Unión Europea (UE), Benita Ferrero-Waldner, confirmó hoy en Buenos Aires que tomó la “difícil decisión” de congelar el envío de 65,5 millones de euros de ayuda presupuestaria al Gobierno hondureño.
El Parlamento designó a Micheletti como presidente después de que los militares derrocaron a Zelaya, el 28 de junio pasado.
EFE
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